La deconstrucción de masculinidades en el ámbito sindical. Experiencias formativas con Grupos Operativos.
- Ivanna Rezzett y Sofía Barroso
- 22 jul
- 10 Min. de lectura
Autoras: Ivanna Rezzett* y Sofía Barroso**
Palabras clave: Sindicalismo- Masculinidades- Grupo Operativo- Trabajo Colectivo- Comunicación
1. INTRODUCCIÓN
En esta ponencia se sistematizan dos experiencias formativas en masculinidades dentro el ámbito sindical. La primera, destinada a dirigentes varones de la CTA-T Entre Ríos, en el año 2020 con modalidad virtual por el contexto de pandemia Covid-19. Y la segunda, destinada a miembros de conducciones directivas departamentales y delegados de escuela de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) con modalidad presencial en el año 2022.
Ambas propuestas fueron consideradas para poder co-pensar junto a las compañeras y compañeros, acerca de la construcción actual del varón y de la masculinidad, así como los privilegios que de ella devienen, en el marco del nuevo escenario que plantea el siglo XXI. Como así también, para abrir el debate y darle forma al concepto de varón con una mirada de género y alejándola de la binaridad que en muchas construcciones aún la define. Desde hace años existe un trabajo de repensar y deconstruir matrices, para construir diversidad y cultura donde se posicione al varón desde y para el feminismo. En las dos, se trabajó con una primera instancia de docencia, y una segunda de Grupo Operativo en cada encuentro.
En este sentido, la herramienta del Grupo Operativo resultó de vital importancia luego de cada instancia de docencia. El dispositivo creado por Enrique Pichon Rivière (1975) se caracteriza por ser un colectivo entendido como unidad de lo múltiple, de estructura compleja ya que incluye las posiciones o roles de Integrante, Coordinador y Observador pero que, como roles, responden a un tercero estructurante que es la Tarea (en rigor es un eje Necesidad-Objetivo-Tarea). La Tarea implica un proceso de elaboración colectiva que no solo tiene efectos en lo social, sino que produce cambios subjetivos. En el desarrollo de este saber cada integrante compromete su Esquema Referencial (estructuras cognitivas, afectivas y de acción) que, en la circulación desplegada del saber grupal se resignifica implicando reposicionamientos subjetivos en relación al otro del vínculo. El llevar a cabo la Tarea no significa un proceso armónico, sino que esta se despliega en un campo de contradicciones fértiles. Un efecto significativo del grupo está dado por el hecho que, si las contradicciones, discusiones, enfrentamientos se dan en relación a la Tarea, (anudadas a ese tercero, estructurante grupal), este rasgo de rivalidad humana se vuelve operativo. Incluso permite la operación de singularización y autoafirmación del propio Esquema Referencial.
La Tarea del Grupo Operativo como propuesta de una producción social de saber, a partir de los Esquemas Referenciales singulares de sus integrantes, transparenta las contradicciones y fracturas de los Esquemas Referenciales singulares que se movilizan y por lo tanto permite a los integrantes un re-anudamiento de sus estructuras cognitivas, afectivas y de acción movilizadas por la Tarea grupal.
2. DESARROLLO
En el año 2020, en contexto de pandemia COVID-19 y en el marco del Distanciamiento Preventivo y Obligatorio, desde la Secretaría de Géneros de la CTAT Entre Ríos, se organizó una propuesta formativa destinada a varones dirigentes de las conducciones provinciales y departamentales de la Central, a una propuesta de formación virtual de cuatro encuentros mensuales a través de la plataforma GoogleMeet, titulada “Las masculinidades en el siglo XXI”.
Los encuentros se dividieron en dos partes, una de docencia en la que se plantearon los siguientes ejes:
- Perspectiva de género. Masculinidad/masculinidades. Masculinidades normativas y subordinadas. Pensarse como sujetos de género, cambios y resistencias
- Los mandatos tradicionales de la masculinidad.
- Violencia y complicidad.
- Masculinidades no sexistas, libres y diversas. El trabajo al interior del sindicato.
Y la segunda instancia, bajo la herramienta de Grupo Operativo, en la que se trabajaba con lo dado en la docencia.
Esta experiencia tuvo la excepcionalidad de ser una instancia experimental con respecto a la herramienta de G.O. a través de la virtualidad, inaugurando una nueva forma de encarar este tipo de trabajo mediado por herramientas tecnológicas, provocada por el contexto de distanciamiento durante la pandemia.
Luego, en el año 2022, a partir de una convocatoria de la Escuela de Formación Pedagógico Sindical de AGMER se presentó una propuesta formativa de similares características a la primera, pero esta vez presencial, destinada a dirigentes de este sindicato y a delegadas y delegados escolares, titulada “Las masculinidades en el ámbito sindical, un recorrido personal y político”. Ésta se desarrolló en tres seccionales departamentales, Colón, Gualeguay y Gualeguaychú en presencialidad plena.
Cada encuentro comenzaba con la presentación de un video corto vinculado a la temática a abordar, los mismos pertenecen a la Iniciativa Spotlight Argentina e Instituto de Masculinidades y Cambio Social[1]. Para, desde allí, abrir el espacio de docencia.
En el momento de la docencia era fundamental reconocer cómo históricamente el patriarcado se articuló con el capitalismo y el lugar que adquirió el mandato de masculinidad en las luchas sindicales. Por esta razón, se tomaba como puntapié el aporte de Heidi Hartmann quien sostiene que el salario familiar es un pacto patriarcal interclasista, es decir, un pacto entre varones de clases sociales antagónicas para controlar socialmente a la mujer “Prefieren así los varones-patrones, pactar con otros varones-cabezas de familia para incrementar su sueldo y hacer de ese sueldo un ‘salario familiar’, y los varones de la clase obrera prefieren ser cabeza de ratón en sus respectivos espacios privados a cambio de esa prebenda en vez de luchar con sus compañeras de clase en los sindicatos codo a codo; han pactado en ese ‘punto’ con varones de la clase antagónica” (en Frasser, N. 1997). Como invitación para reflexionar en relación la alianza que se produce entre el capitalismo y el patriarcado, e ir desarticulando y mirando en nuestra propia historia como trabajadores.
Para poder reconocer la construcción histórica de la masculinidad y aquellos aspectos vinculados a las pedagogías de la crueldad propuestos como mandato de género en los cuerpos de los varones nos valíamos, entre otros recursos, del discurso de Rita Segato. Quien sostuvo que “ese mandato los mata primero, los enferma primero, y que también son pobres e incautas víctimas de ese orden corporativo autoritario y cruel que impera al interior de la propia corporación masculina. Porque dentro de esa corporación, como en todas, hay hombres que son más hombres y hombres que son menos hombres, es jerárquica, es maligna, obliga a dar pruebas de narcisismo y de crueldad todo el tiempo.” (Segato, 2018)[2]
Para el encuentro final, al pensar las masculinidades libres y diversas, fue muy movilizadora la lectura de Val Flores al pensar la masculinidad por fuera del cuerpo de los varones, y asumir otras formas posibles. En particular, pensar la masculinidad lésbica y aquellos cuestionamientos que el feminismo mujeril hace hacia las diversidades. “La masculinidad hegemónica y cómplice de las estructuras de violencia debe ser cuestionada al tiempo que debemos descentrar la propia categoría de masculinidad, entendida como una propiedad intrínseca y exclusiva de los cuerpos generizados de varones. La identidad de género masculina es modificable y cuestionable, por lo tanto, "la masculinidad no pertenece en exclusiva a los sujetos varones" sino que sus características son susceptibles de ser apropiadas por cualquier sujeto, con independencia de su género u orientación sexual (Valencia, 2010: 181)” (Val Flores, 2018:91).
Se promovió, a través de la experiencia grupal articulada con lo teórico-epistemológico en el G.O., el debate y el ejercicio de un pensamiento crítico y reflexivo sobre género, roles y jerarquías, resultando novedoso en el ámbito docente. En él se abrieron problemáticas propias de cada una de las seccionales, siendo uno de los ejes más reiterados la comunicación y sus modalidades.
En relación a las masculinidades y la participación de mujeres y varones en el sindicato docente, Ale, secretaria Adjunta en uno de los departamentos, dice: “falta que los varones tomen conciencia de la masculinidad que le han insertado y resistan para pensar una sociedad, un sindicato sin géneros.”
Por su parte, Miriam, secretaria de Géneros de ese mismo departamento agrega: “Las mujeres queremos ser escuchadas y hacer visible el camino que todavía queda por recorrer para alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades. Para la consolidación de la democracia sindical sigue siendo un desafío de primer orden la participación plena y equitativa de las mujeres en puestos de representación y en la toma de decisiones (...) Las mujeres trabajadoras de la Educación deben ser actores primordiales en el quehacer sindical.”
Sol, como delegada de escuela plantea: “El espacio gremial (...) como circuito de poder y de representatividad de un colectivo humano, en su mayoría femenino, que vive y experimenta tensiones diariamente. Situaciones de incomodidad, de desencuentros, de desconfirmaciones, de conflictos no resueltos, entre otros, dificultan u obstaculizan un trabajo cooperativo donde todes puedan ser escuchades. En cuanto al género, personalmente considero que somos muchas las personas que hemos transitado por el dolor de un proceso de deconstrucción y de enfrentamiento a lo preestablecido. Pero aún no noto que se involucre, implique y responsabilice en todo sentido, la participación masculina en el proyecto de una sociedad más justa, equitativa, diversa e inclusiva.”
Ana, delegada de otro departamento dice: “Como en muchos lugares las mujeres se han posicionado y ganado su lugar por lucha, el sindicato y muchos sindicatos también son ejemplos para llevar la impronta. Nuestro sindicato como hemos hablado, es mayoritario de mujeres y aun así en muchos departamentos solo están varones. Este departamento es ejemplo a seguir, donde las tres cabezas son mujeres. Ojalá sea replicado por otros departamentos.”
Gustavo, otro delegado agrega: “esta representación histórica del patriarcado está muy vigente todavía en los sindicatos, sobre todo en los cargos directivos. Rescato que en el sindicato AGMER si bien hay muchas compañeras en la gestión, se reconoce que en los cargos jerárquicos aún queda camino por desandar en cuanto a la paridad de género.”
Eli, también en su rol de delegada, expresa: “Este trabajo de actuar sobre los niveles de las ideas, de las imágenes, de los estereotipos a través de los cuales se ejerce la violencia simbólica donde también, los varones son afectados, es fundamental para los espacios de participación colectiva de las y los trabajadores de la educación. Interpelar los estereotipos de género, ese conjunto de atributos que supone debería caracterizar a todos los miembros de una categoría social y que funcionan, tanto en hombre y mujeres a nivel inconsciente, como imágenes esquemáticas, simplificadoras, que prescriben prácticas y se caracterizan por manifestar resistencias a evidencias invalidantes, muestra el crecimiento de quienes hacen y hacemos este sindicato.”
En cuanto a los modos de comunicación, Lucía, Secretaria Gremial de uno de los departamentos, expresó: “Siento que el paso por el espacio fue muy constructivo en el hecho específico de permitirnos dialogar de manera fraterna sobre situaciones que debemos replantearnos y aprender en cuanto a la forma en que comunico y la importancia de que empiece a resonar que al emitir la comunicación lo hacemos hacia una persona que está atravesada, al igual que nosotres, por una historia que la hace interpretar y tomar nuestras palabras, de maneras que pueden llegar a herir.”
Soledad, secretaria de Géneros de otro departamento, comenta: “Como grupo pudimos resaltar estas características, intentando reconocer los privilegios y a la vez propiciando una construcción más horizontal, acorde a los tiempos y las demandas de la sociedad actual. En cuanto a la militancia sindical entendimos o reconocimos la necesidad de compartir más espacios de debate y reflexión política, de construir la toma de decisiones, entendiéndonos como un movimiento democrático de participación continua y critica”
A lo que Amparo agrega: “Revisar nuestra manera de vincularnos con el otro, conectar mejor con nuestros sentimientos y deseos, respetar los derechos del otro y hacer valer los propios, renunciar a la violencia en todas sus formas que hemos incorporado de manera inconsciente, debilitar al machismo, dejar de lado la homofobia, es una oportunidad que no debemos desaprovechar ya que este camino, aunque sea lento es el único que nos puede llevar a tener vidas más libres y desprejuiciadas.”
Abriendo, de este modo, las reflexiones en torno a las masculinidades libres y diversas, y la valoración de este eje como posibilitador de otro modo de construcción política al interior del sindicato docente.
De este modo, Joel, otro delegado expresa: “estamos en un proceso y que la única manera de cambiar concepciones tradicionalistas, paradigmas, prácticas desiguales, violentas, excluyentes, binarias y heteronormativas es empezando a preguntarnos y a gestar dispositivos que nos permitan construir nuevas formas, transitar nuevos caminos, siendo hacedores, participes de una sociedad más libre, diversa y respetuosa de un otre.”
Y Patricia, desde su rol de delegada se cuestiona: “¿Desde donde me paro como docente para enseñar ESI? Todo un cuestionamiento a mis prácticas docentes. Y podría también cuestionar muchas otras cosas más: ¿Existen en mi persona micromachismos? ¿Los pactos de masculinidad se sostienen en las relaciones laborales y cómo inciden en el ámbito sindical?”
3. REFLEXIONES FINALES
Posicionándose de manera activa como protagonistas del espacio grupal, los integrantes pudieron desnaturalizar algunas prácticas discursivas, poniendo en cuestión contenidos y formas de la comunicación al interior del sindicato. Desde allí, describieron las maneras de construcción, revisando el interjuego entre lo individual y lo colectivo. Recuperaron lo logrado a través de la lucha y la presencia militante, sin dejar de manifestar los obstáculos en la participación y la pregunta por las compañeras que faltan.
Las consecuencias de las desigualdades y violencias en relación al género, son parte de la práctica cotidiana de la psicología social. Desde el trabajo y la reflexión sobre las matrices de aprendizaje, cuando nos lanzamos a la revisión de modelos internos, es inevitable que estén presentes los mandatos de género, dando cuenta que estamos atravesadas/os por las representaciones hegemónicas vigentes en nuestra vida social y muchas veces nos limitan. Estar dispuestas/os a revisar nuestras matrices, nuestras prácticas, ideas y prejuicios implica trabajarnos continuamente. Porque la adaptación activa a la realidad supone transformar todo lo que haya que transformar para ser verdaderamente libres de todas las opresiones.
Por esto, consideramos necesario darle continuidad a este tipo de formaciones que permiten movilizar las estructuras internas desde lo individual y lo colectivo en el ámbito político y sindical.

*Operadora Psicosocial. Profesora de Geografía. Especialista en Ciencias Sociales
**Profesora En Ciencias de la Educación. Especialista en ESI, Derechos Humanos y Ludopedagogía
4. BIBLIOGRAFÍA
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Bourdieu, Pierre. (2000) La dominación masculina. Editorial Anagrama. Barcelona.
Burín, Mabel y Meler, Irene. (2002) Varones. Género y subjetividad masculina. Paidós. Buenos Aires.
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Chiodi, Agostina (comp.) (2019). Varones y masculinidad(es). Herramientas pedagógicas para facilitar talleres con adolescentes y jóvenes. Este material se encuentra disponible en el sitio web: http://www.onu.org.ar/IniciativaSpotlightArgentina/
Flores, Val (2017)) “Masculinidades lésbicas, pedagogías de feminización y pánico sexual: apuntes de una maestra prófuga” en Pedagogías Transgresoras II (2018) Bocavulvaria Ediciones. Santa Fe. Argentina.
FRASER, Nancy (1997). “Iustitia interrupta. Reflexiones críticas desde la posición ‘postsocialista’” Siglo del hombre editores. Bogotá.
García, Leonardo (2015) Nuevas masculinidades: discursos y prácticas de resistencia al patriarcado. Unidad Editorial de FLACSO Ecuador.
Maffía, Diana (et. al) (2020) Apuntes epistemológicos. Cuadernos feministas para la transversalización / 1. Editorial de la Universidad Nacional de Rosario. Rosario.
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Pichon-Rivière, Enrique (1980) “Historia de la técnica de los grupos operativos”, en Revista Temas de Psicología Social N° 3, Buenos Aires.
[1] Disponibles en https://www.youtube.com/watch?v=qz6cztnaD2Q
[2] Carbajal, M. (2018, 16 de diciembre). El problema de la violencia sexual es político, no moral. Página/12. Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/162518-el-problema-de-la-violencia-sexual-es-politico-no-moral


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